Cuando un cliente entra en una farmacia, puede sentirse desorientado o sobre informado, puede requerir la ayuda del farmacéutico o la persona que esté en el mostrador en ese momento. En ocasiones, el lenguaje gestual que utilicemos no es del todo correcto, generando desconfianza o sensación de que no prestamos atención. Por ello, te recomendamos poner especial cuidado a los momentos de la jornada en los que estás más cansado o con mayor pico de trabajo para vigilar estos detalles
Mira a los ojos de tu cliente. Seguro que alguna vez has pasado más tiempo mirando la pantalla del ordenador…, otro habitual es no mirar a los pacientes que están esperando. Cuando estás en la dispensación y miras a los ojos transmites confianza, saludar a los que entren en la farmacia, da tranquilidad y evitará que se vayan.
Mantén una buena postura Si te dejas caer en el mostrador o lo usas como punto de apoyo para descansar, quedará reflejado en cómo te presentas al paciente y esos gestos generan en él sensación de desgana … En el momento de dar un consejo es mejor darlo cerca del paciente que mantener la distancia detrás del mostrador, ya que de este modo se crea un vínculo más cercano. Cruzar los brazos es una posición de defensa, tampoco es muy recomendable.
Sonrie pese a que tengas un mal día, porque la sonrisa en la farmacia relaja, calma y genera confianza en el paciente. Te recomendamos tener cuidado con los gestos excesivos y bruscos en general, tenemos siempre que intentar mantener un ambiente cordial que ayude a la comunicación farmacéutico y cliente.
