El gasto público en productos farmacéuticos y sanitarios alcanzó, en los doce meses que van desde diciembre de 2017 a noviembre de 2018, un total de 22.181 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 5,46% con respecto al periodo anterior de doce meses, según los datos publicados por el ministerio de hacienda y que, a día de la publicación de esta noticia, llegan hasta noviembre de 2018.
En concreto, en el periodo estudiado, el gasto en medicamentos hospitalarios alcanzó los 6.874 millones, lo que supone un crecimiento del 9,54%; por su parte, el gasto en productos farmacéuticos y sanitarios por recetas médicas u orden de dispensación, que ha alcanzado los 10.669 millones de euros, creció un 2,99% con respecto a los doce meses anteriores. En lo que se refiere a los productos sanitarios sin receta u orden de dispensación, su gasto ha alcanzado los 4.637 millones de euros y un crecimiento del 5,46%, la misma cuantía que todo el gasto público.
De este modo, a noviembre de 2018, el gasto en medicamentos hospitalarios supone el 31% del total, mientras que el gasto a través de recetas alcanza el 48,1%. Por su parte, los productos sanitarios sin receta representan el 20,9% del gasto público. Este reparto ha variado desde junio de 2015, cuando la receta suponía el 50,0%, el gasto farmacéutico hospitalario el 30,0%; y el gasto en productos sanitarios, un 20,1%.
Por comunidades autónomas, se puede observar una importante diferencia entre las que más y las que menos porcentaje de gasto público sobre el gasto público total dedican a gasto farmacéutico hospitalario. De este modo, mientras que Islas Baleares dedica un 36,49% o Cataluña un 34,44%; otras regiones como Pais Vasco (26,67%), Castilla-La Mancha (27,34%) o Extremadura (27,54%) se encuentran muy por debajo.
Al comparar la distribución de gasto en farmacia hospitalaria entre junio de 2015 y noviembre de 2018, hay regiones en las que se ha incrementado mucho el peso de la farmacia hospitalaria como Baleares (9,12%) o Extremadura (9,26%); mientras que en otras como Cantabria (-8,6%) o La Rioja (-6,33%) han visto reducido el peso de la farmacia hospitalaria con respecto al total de gasto público en productos farmacéuticos y sanitarios.