Hoy todavía no es posible que un paciente pueda estar en cualquier punto de España (islas incluidas) y escoger farmacia dónde retirar su medicación. Anteriormente bastaba con aportar la prescripción en papel, una comodidad que no se tiene con la llegada de la receta electrónica, Ni de la que dispondrá otro verano más, en temporada de desplazamientos durante las vacaciones estivales.
El 25 de junio Baleares anunció su incorporación efectiva al proyecto de interoperabilidad de receta electrónica junto con el resto de las regiones donde yá es efectiva. De esta manera, los residentes en todas ellas pueden retirar su medicación en cualquiera de las otras con la presentación de la tarjeta sanitaria. En especial, aquellos pacientes crónicos que tienen necesidad de renovar tratamientos de forma periódica. La inclusión de Baleares en el proyecto permite superar el 50 por ciento de la red de farmacias que pueden dispensar e-recetas interoperables.
Ya solo quedan tres regiones —Andalucía, Comunidad de Madrid y Cataluña, junto a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla— en poder emitir y dispensar recetas interoperables.
Estas regiones en incorporarse son, precisamente, las que más población y cifra de farmacias aportan a España. La siguiente en incorporarse a la interoperabilidad podría ser Cataluña. Si bien su modelo de e-receta ya está validado por el Ministerio de Sanidad desde febrero, los cálculos expuestos desde el Consejo Catalán de COF apuntan a “mediados de julio” como fecha para que la totalidad de la red de farmacias catalanas pueda ser incorporada al sistema. A partir de la semana que viene las farmacias irán programando su gestión.
En Andalucía se confía en estar activa “a lo largo del verano”.
Mientras, en Madrid las previsiones son menos optimistas, la gestión comenzará en fechas posteriores a el verano
