En Profarma hoy queremos tener un homenaje a los más de 70.000 farmacéuticos que hay en nuestro país y, en especial, a los que dedican su vocación al trabajo en la farmacia comunitaria, siempre fieles a su botica, donde un farmacéutico ejerce su profesión proporcionando servicio sanitario a sus pacientes y clientes, ofreciendo su consejo, dispensándole medicamentos fruto de sus recomendaciones o por receta del médico.
Los orígenes de la farmacia se mezclan con los de la medicina y otras ramas científicas Por ello, no es posible determinar quién fue el primer farmacéutico de la historia, ya que cada cultura antigua tuvo sus diferentes tipos de sanadores.
En la Edad Media fue incuestionable la aportación musulmana, que introduce conceptos ya puramente farmacéuticos, como la destilación o los albarelos: los típicos recipientes utilizados en farmacia para guardar cualquier extracto utilizado en la elaboración de medicamentos.
Durante los siglos XVII y XVIII, el farmacéutico, por lo general, se dedica casi en exclusiva a descubrir y estudiar, desde un aspecto químico, nuevos fármacos. Es en el siglo XIX cuando se vuelve obligatoria la colegiación de los farmacéuticos en España. La universidad española en ese momento se estructuraba en cinco facultades entre las que estaba la de Farmacia. En esa época apenas se licenciaban 300 personas. Por esos años se hacen grandes avances en medicina y aparecen infinidad de fármacos y tecnologías que permiten preparar los medicamentos con nuevas formas, como cápsulas o inyectables.
Los farmacéuticos se dedican principalmente a elaborar fórmulas magistrales a medida que los médicos prescriben. Hacia la segunda mitad del siglo XX, la producción industrial despega y el sector farmacéutico experimenta un gran desarrollo, asemejándose más a lo que conocemos hoy en día: aparecen muchos medicamentos de uso común.
Hoy en día Profarma y la población en general, reconocemos a el farmacéutico, como un actor crucial en la salud de la sociedad, es el verdadero especialista del medicamento y desarrolla su labor de manera más pública en las farmacias, en las que trabajan casi 50.000 de los 70.000 colegiados que hay en España. En este sentido la farmacia se ha convertido en un centro asistencial de primera necesidad al que las personas acuden para hacer consultas de salud.
Queremos mencionar a toda la profesión farmacéutica por el conocimiento, dedicación y pasión mostrados en la gran labor de atender la salud de la población. Esperamos que está vocación perdure en nuestros jóvenes y encuentren el espejo donde mirarse y renovar el futuro.
