Desde el pasado marzo vivimos en una inmensa incertidumbre que afortunadamente va en descenso. La población se ha enfrentado a momentos muy duros y grandes cambios. Desde el confinamiento, normas nuevas, horarios de salida, prohibición de ocio…
Cuatro meses después, en la nueva normalidad, y tras semanas y semanas en estado de alarma, parece que todo vuelve a su cauce, aunque con algunas restricciones, como el uso obligatorio de la mascarilla y respetando la distancia de seguridad.
Ahora que parece que ya ha acabado lo más “gordo” es momento para observar cómo se queda el negocio de la farmacia. Muchas farmacias han aumentado su facturación durante estos meses y esto se debe a que, al estar los hospitales tan saturados, las farmacias han ayudado a liberar esa carga de trabajo y atender a muchas personas que no podían ir al hospital. De la misma manera, hubo un tiempo que solo se podía ir a la farmacia o al supermercado, y esto ha hecho que la clientela se haya fidelizado aún más.
El turismo es fundamental para la economía española, esto afecta también al sector farmacéutico y este año va a ser diferente, todo apunta a que los extranjeros van venir menos a España, pero los españoles nos vamos a quedar más aquí. Es un momento muy bueno para la compra-venta de farmacias aprovechando la fidelidad de los clientes.