Cuando empiezan los problemas de pareja y se opta por la separación o el divorcio, ”Hasta que la muerte nos separe” resulta una frase vacía de significado. Si además, tienes una farmacia con tu cónyuge, se disparan las alarmas. Un divorcio afecta a la rutina diaria de manera determinante, te cambia la vida, con los inevitables cambios en la botica, todo se complica.
Si ha llegado el punto final del matrimonio pongamos orden…
Si decidimos vender la farmacia, habrá que analizar cómo liquidarla, a quién adjudicársela y cómo compensar al no titular, en caso de que la titularidad sea solo de uno de los cónyugues. Existen múltiples casos, dependiendo de como se haya planteado la farmacia y el matrimonio en sus inicios. Lo mejor es consultar con un experto en derecho matrimonial
Para evitar futuros problemas, lo mejor es plantear a nuestra pareja con sinceridad las cuestiones económicas que nos inquieten e iniciar el matrimonio y el proyecto común de la farmacia con trasparencia, los expertos juristas recomiendan otorgar capitulaciones matrimoniales antes de contraer matrimonio para regirse por el régimen económico de separación de bienes
De todas formas, es importante tener en cuenta que para los préstamos del banco cuando adquirimos la farmacia, las entidades financieras exigen la firma del cónyuge que se obliga con sus bienes, esto implica su participación económica en la farmacia, a pesar de existir separación de bienes. Por ello, es clave contar con el asesoramiento de un profesional,
No dudes en consultar con Profarma las opciones que tienes, si finalizado el matrimonio, decidís separar vuestros caminos e iniciar un nuevo proyecto de vida en una nueva farmacia, vendiendo la anterior y comprando una nueva botica.